así se vende Barcelona en Nueva York en plena crisis

Las empresas estadounidenses Standard Alcohol y Mercon Coffee estudian implantarse en la capital catalana tras una campaña del Ayuntamiento.
El ático del hotel Le Parker Meridien tiene unas vistas magníficas de los rascacielos de Nueva York. Desde uno de sus ventanales podía verse ayer el antiguo edificio de Bear Stearns, el que fue uno de los bancos de inversión más emblemáticos de Estados Unidos que se convirtió en la primera gran víctima de la crisis del crédito. La desaparición de la entidad, hoy en manos de JPMorgan –igual que el rascacielos–, conmocionó a Nueva York y su impacto todavía se nota hoy en Wall Street. La ciudad siente en sus entrañas la recesión, preocupación a la que se añade ahora la fiebre porcina. Ayer un turista asiático salía del hotel Le Parker con una mascarilla.
Esta coyuntura no desanima a Jordi William Carnes, teniente alcalde de Promoción Económica del Ayuntamiento de Barcelona, que ha estado esta semana en Nueva York vendiendo la imagen de la ciudad a inversores estadounidenses. “En épocas de crisis es cuando hay que ir a los sitios. Otros pueden dejar de venir. Si nosotros estamos aquí ahora cuando las cosas van mal, siempre se acordarán de nosotros cuando la economía mejore”, explica Carnes.
La decisión de Carnes y del Ayuntamiento de querer crecer en Nueva York no es una casualidad. EEUU es el tercer país con mayor inversión extranjera en Catalunya, tras Francia y los Países Bajos. El año pasado las 409 compañías estadounidenses implantadas en la comunidad autónoma realizaron inversiones por valor de 270,3 millones de euros. Las empresas catalanas destinaron 257 millones de euros a EEUU.
La primera acción que ha realizado Barcelona para darse a conocer en Manhattan ha sido la apertura de una oficina internacional, dentro de su red Barcelona World. “Utilizamos las instalaciones que ya posee el Govern, a través del Cidem y del Copca. El único coste que tiene que sufragar el Ayuntamiento es la contratación de una persona que estará trabajando exclusivamente para Barcelona en Nueva York”, señala Carnes.
Además de esta oficina, el teniente alcalde se ha reunido con su homólogo en Nueva York, Robert Lieber, para estrechar lazos entre las dos ayuntamientos. El acto más productivo, sin embargo, fue un desayuno de trabajo organizado ayer por el Ayuntamiento y el diario Financial Times en el ático de Le Parker Meridien, que se pintó de Barcelona. Hasta las rosas de los centros de las mesas eran de los colores de la senyera. Empresas como The Standard Alcohol Company –fabricante de combustibles alternativos– o Global Advertising Strategies –empresa de publicidad–, estudian abrir una fábrica y una oficina comercial, respectivamente, en Barcelona a medio y largo plazo. Su intención inicial se vio reforzada tras la campaña.
Heather Sipan, directiva de Standard Alcohol, cree que Barcelona puede ser la ubicación idónea para, desde allí, vender sus productos a África y Oriente Medio. “Todavía no hemos tomado una decisión pero la disponibilidad de suelo de Barcelona y su puerto es un factor a tener en cuenta”, señala la ejecutiva de Standard, una pequeña empresa que factura unos 870.000 dólares anuales y que está presidida por Gerri Radosevich, según Dund & Bradstreet.
Max Smetannikov, vicepresidente de Global Advertising Strategies, sostiene que estos actos de promoción son útiles. “Siempre relacionaba Barcelona con arte. Ahora es la primera vez que la tengo en cuenta para hacer negocios. El aforo del acto era pequeño y ha permitido que todos estemos en contacto. Ahora nuestra agencia está pensando si se instala en la ciudad”, explica el ejecutivo de la compañía.
Las empresas de EEUU alabaron las ayudas de Catalunya a la implantación extranjera. Roch Brachman, vicepresidente de Yahoo!, aseguró que el buscador online, que tiene un laboratorio en Barcelona, se ahorra “casi el 50% del sueldo de sus empleados durante dos o tres años gracias a estas ayudas