Una monja médica hace campaña por internet en contra de que la vacuna contra la gripe A sea obligatoria
Teresa Forcades, una benedictina doctora en medecina, llama al boicot a la vacunación por considerarlo una imposición innecesaria y que favorece a la industria farmacéutica
En un vídeo que ha colgado en la red, la monja hace un llamamiento para activar con carácter urgente los mecanismos legales de participación ciudadana para que no se pueda forzar a nadie en España a ser vacunado, y para que los que lo hagan no se queden sin el derecho a exigir responsabilidades si causa efectos secundarios.
El vídeo explica que desde el año 2005 la Organización Mundial de la Salud (OMS) puede dar órdenes a los gobiernos sobre vacunas en casos de pandemia, y que si esto ocurre el estado tiene la obligación de hacer cumplir la ley imponiendo multa o prisión (en Massachussetts -EEUU- la multa propuesta para este caso podría llegar a los 1.000 dólares por día que pasa sin que te vacunes).
Forcades recuerda que "la gripe nueva" no es nueva porque sea del tipo A, ni tampoco por ser del subtipo H1N1, porque la epidemia de gripe de 1918 fue del tipo A/H1N1 y porque desde 1977 los virus A/H1N1 forman parte de la temporada de gripe de cada año, y puntualiza que lo único que es nuevo es la cepa S-OIV.
Añade que desde que empezó en abril de 2009 y hasta el 15 de septiembre de 2009 han muerto de esta gripe 137 personas en Europa y 3.559 en todo el mundo, cuando debido a la gripe estacional lo hacen entre 40.000 y 220.000 personas, lo que supone que la tasa de mortalidad y de complicaciones es inferior a la de cada año.
La religiosa denuncia además irregularidades en la elaboración de la vacuna y explica cómo en enero del 2009 la filial austríaca de la farmacéutica Baxter distribuyó a 16 laboratorios de Austria, Alemania, la República Checa y Eslovenia 72 kilos de material para hacer miles de vacunas contra la gripe estacional, que resultó contener virus vivos de la gripe aviar (virus A/H5N1) con virus vivos de la gripe de cada año (virus A/H3N2).
El descubrimiento se hizo cuando un técnico de laboratorio de la empresa BioTest de la República Checa probó por su cuenta las vacunas en hurones, animales que se usan para estudiar las vacunas de la gripe, y comprobar que todos ellos murieron.
Explica que si esta contaminación no se hubiese descubierto a tiempo, la pandemia que sin base real están anunciando las autoridades de la OMS y los países "sería una espantosa realidad", porque sería letal combinar un virus con un 60% de mortalidad pero poco contagioso como el aviar, con otro con baja mortalidad pero gran capacidad de contagio, como el de la gripe estacional.
También cuenta cómo sólo 12 días después de aparecer los primeros casos, la OMS declaró que el nivel de alerta por peligro de pandemia estaba en fase 5 y ordenó a los gobiernos que activasen planes de emergencia, y un mes después declaró que ya había una pandemia, cuando la nueva gripe es más benigna que la estacional.
La médico relata que esta declaración de pandemia (fase 6) fue posible porque en mayo la OMS cambió la definición de pandemia. Antes para poder hacerlo era necesario que muriese a causa de un agente infeccioso una proporción significativa de la población, un requerimiento que fue eliminado de la definición.Sobre la vacuna, la religiosa alerta de que la mayoría de los laboratorios diseñan vacunas en dos dosis, que deben sumarse a la vacuna de gripe estacional, algo que nunca se ha hecho y que multiplica por tres los posibles efectos secundarios.
También revela que los laboratorios que hacen vacunas usan coadyuvantes muy potentes para estimular el sistema inmunitario, y que la que está fabricando Glaxo-Smith-Kline contiene uno llamado AS03, que multiplica por diez la respuesta inmunitaria, que podría provocar enfermedades auto inmunitarias graves al cabo de un tiempo.
Además hace público que las farmacéuticas que fabrican la vacuna están exigiendo a los estados que firmen acuerdos de inmunidad para que en caso de que las vacunas tengan más efectos secundarios de los previstos, los políticos y la industria quede exenta de toda responsabilidad. Teresa Forcada es autora de "Los crímenes de las grandes compañías farmacéuticas", en donde explica cómo el poder político y económico que han adquirido les sirve para garantiza unos enormes beneficios económicos, aún a costa de la salud de la población.
En fin, el tiempo ha venido a desmentir esta sarta de chorradas de esta pobre monja. Se han vacunado millones de personas y simplemente no ha pasado nada, salvo que no han cogido la gripe. ¡Cuánto tonto hay suelto! ¿Pero qué sabrá esta tía de vacunas? ¿Se cree que con estudiar la carrera de medicina ya es una experta en vacunas? Lo dicho, el número de los necios es infinito.
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